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lunes, 25 de mayo de 2009

El movimiento sindical venezolano en la época de la mundialización: la transición del punto fijismo al bolivarianismo.

Venezuela ha sido un país impulsador con un legado histórico de acontecimientos en donde el movimiento sindical fue mucho más allá del desarrollo numérico en este periodo. La gestión de los sindicatos se manifiesta en un vasto campo de actividades que trascendieron claramente el área de las reivindicaciones en el ámbito de la empresa, extendiendo su accionar al área social y política. Este último ha dado gran cambio a la acción del movimiento sindical ya que fueron los principales creadores de este movimiento, donde se enfatizó la defensa y consolidación del régimen democrático, nacido en 1958 y consolidado en el llamado Pacto de Punto Fijo (1961), acuerdo de las dos grandes fuerzas políticas actuantes en ese entonces como son el partido Acción Democrática (AD) y el partido Social Cristiano Copei.
Al actuar de este modo, la dirección sindical rehuyó cualquier antagonismo de importancia con el sistema. De allí surge el principio fundamental del sindicalismo venezolano que no es otro que ser un sindicalismo eminentemente de negociación y no de confrontación. El movimiento sindical adopta posiciones muy distantes del reclamo radical y la confrontación. La mayoría sindical actuante en la principal central sindical del país como lo es la Confederación de Trabajadores de Venezuela (CTV), jamás se planteó la posibilidad de limitar significativamente los derechos de propiedad prevalecientes y la distribución del ingreso. Es justo resaltar que el sindicalismo en este periodo consiguió ciertos logros importantes para todos los trabajadores venezolanos como la creación e institucionalización de la formación profesional de los trabajadores, mediante el Instituto Nacional de Cooperación Educativa (INCE), la ley de representación laboral en las empresas del Estado, la reforma de la ley del Seguro Social y la ley contra despidos injustificados, entre otros.

Es importante connotar que debido al movimiento con proyecciones de defensa en cuanto a los derechos de cualquier trabajador también era una práctica corriente partidaria que hilvanaba la política sindical a seguir. Esta práctica no era solo de un partido, sino de todos los partidos, que tenían a sus cuadros sindicales subordinados a la voluntad de las autoridades políticas. Como era de imaginar esto debilitaba estructuralmente al movimiento sindical, el poder real era un poder delegado por el partido hacia la estructura sindical; no existía un poder en sí sino para sí. Por eso los dirigentes sindicales antes que dirigentes clasistas eran cuadros políticos disciplinados y permeables a las orientaciones que el partido determinara. Tal era el grado de subordinación, que los cargos principales tanto de la confederación como de las principales federaciones, eran acordados en las direcciones nacionales de los dos grandes partidos para luego ser ratificados por los afiliados.
La disposición como hasta ahora siempre ha sido que fuerza sustituye fuerza era el ejemplo más acabado de esta subordinación política y que nunca ha cambiado ese paradigma, de hecho también las decisiones trascendentales que tomaba el movimiento sindical eran previamente acordadas en el ámbito político partidista. Se podría decir entonces que a partir del triunfo electoral de Hugo Chávez, en diciembre de 1998, los sindicatos en Venezuela viven una etapa de desconcierto y confusión, principalmente la CTV, que aún no atina a darse una política coherente ante la nueva y compleja realidad que vive el país.
El surgimiento del chavismo por así decirlo golpea el movimiento sindical en la tradicional brújula política y deja sin piso el accionar tradicional de los sindicatos, se podría decir que llegó la hora de construir sindicatos con conciencia de clase e independientes de factores externos. Pero este gobierno, no tanto es enemigo de los sindicatos tradicionales, sino de todo el movimiento sindical. Según el presidente la ecuación perfecta para gobernar es caudillo, ejército y pueblo, sin intermediarios y actúa en consecuencia. Esta concepción autoritaria y paternalista ataca a cualquier nuevo enfoque que se le pudiera dar al centro mismo del accionar sindical, es enemiga de la contratación colectiva y de la libertad sindical. Para la actual administración del Estado el mejor sindicato es el que no existe. Esta política claramente anti-sindical a llevado a la unificación de muchas ideas y acuerdos para lograr defender los principios hacia el respeto del trabajador y hacia cualquier grupo y organización q permita negociar y discutir contratos colectivos.
Ahora bien, debido a que siempre ha sido la voluntad de uno o varios partidos políticos, pues hoy día el poder prevale en un solo, nace aun mas el desconcierto de la clase dirigente sindical que solía dialogar sin ninguna confrontación, con este panorama se hace impostergable en el país construir un sindicalismo con conciencia de clase y autónomo, confiado en la fuerza que genere su propia organización y no que ella esté subordinada a sectores exógenos; es necesario que el sindicalismo en Venezuela se renueve no solo con nuevos dirigentes sino en sus prácticas y líneas de acción, ese es el gran reto del movimiento sindical venezolano en esta época de crisis y cambios.
Analisis e Interpretacion del articulo: El movimiento sindical venezolano en la epoca de la mundializacion: la transicion del "punto fijismo" al "bolivarianismo". Autor: Francisco Iturraspe. http://bibliotecavirtual.clacso.org.ar/ar/libros/garza3/iturraspe.pdf

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