En Venezuela sin duda alguna en los últimos tiempos se ha convertido en un laboratorio de experimentación social, siendo un ejemplo muy claro lo que ha venido ocurriendo desde hace 15 años con la reforma de la seguridad social. Pues alrededor de los años 1997-1998, el país presenció un cambio en la jurisprudencia laboral y de seguridad que modificó sustantivamente instituciones importantes del Derecho del Trabajo y del Derecho de la Seguridad Social reformando gran parte de lo que cada venezolano tenía ya habituado a su vida y sabia como podía afectar o no lo ya establecido, esto debido en gran parte del proyecto político del actual gobierno de orientación opuesta a los antiguos gobernantes; con ello se hicieron varios cambios en las leyes revelando un cambio de valores y una renuncia al estado de bienestar, la prioridad reside en una sociedad regida casi totalmente por el mercado, una economía competitiva y móvil donde cada uno asuma los riesgos de la libertad, de la misma manera que acepta sus ventajas.
La pobreza de Venezuela como país subdesarrollado, resulta de las insuficiencias del aparato productivo que sería incapaz de satisfacer las demandas de empleo productivo y bien remunerado por parte de la mayoría de la población, así como la de proporcionar una calidad de vida digna a amplios sectores sociales. Es decir, que en Venezuela, en materia de reforma de la seguridad social oscilamos entre el individualismo privatizante y el solidarismo estatizante sin puntos intermedios, es decir, no se ha avanzado un milímetro en la concreción práctica, operativa, de lo normado legislativamente; por consiguiente, no es evaluable ninguna de las propuestas formales de reforma que se pudieran hacer. Pero a pesar de esto para bien o para mal han surgido una gran conciencia organizativa y participativa que modifica radicalmente el esquema de los actores políticos, económicos, laborales y sociales tradicionales.
El pensar y decidir en cuanto a seguridad social se refiere, no puede concebirse como un circulo vacío sino que se deben dejar espacio para una mixtura, con predominio de la solidaridad y lugar para la responsabilidad individual adaptada a nuestra idiosincrasia, características socio-económicas y capacidad de recursos financieros que permitan una adecuada seguridad social como modernamente se le entiende, la cual debería partir de la necesidad de universalizar, es decir, garantizar la protección a todos los miembros de la sociedad mediante una serie de disposiciones públicas, contra los infortunios económicos y sociales que son ocasionados por la interrupción o reducción considerable de ingresos a raíz de contingencias como la enfermedad, maternidad, accidentes laborales y enfermedades profesionales, desempleo, invalidez, vejez y muerte; el suministro de atención de salud y el otorgamiento de subsidios a familias con hijos menores de edad capaces cada uno de ellos de velar por un verdadero resultado del gran esfuerzo que hace la ciudadanía en su trabajo diario, por ello los venezolanos en los próximos años deberían tener una orientación del proyecto social en un contexto distinto al pendular entre solidaridad e individualismo pero, para ello se requiere que el Ejecutivo Nacional ponga cese a las ejecutorias arbitrarias y que la fuente de inspiración para las revolucionarias políticas sociales debería ser la que proviene de los organismos acreedores, no menos neoliberales que el anterior.
Aunque bien es conocido que la crisis económica y los programas de ajuste estructural han agravado la pobreza de nuestras naciones improvisadas alejadas de la norma jurídica y desestructuradoras de la noción sistémica de la seguridad social, ya que en la clase trabajadora venezolana, su movimiento sindical se encuentra atomizado, disperso, desarticulado, disminuido en fuerzas, es decir en su peor crisis política. Si bien es cierto que el movimiento obrero no es de los mas avanzados de América Latina o de otros países del mundo donde se han vivido experiencias presocialistas, posee condiciones objetivas por encima de muchos otros países neo coloniales, el repunte de los movimientos de masas pobres oprimidas, el debate sobre el socialismo en el seno del movimiento obrero y una incipiente pero cada vez mas solida capa de jóvenes dirigentes sindicales y sociales. Es por esto que la historia como movimiento esta llena de lucha y derrotas como toda expresión de masas que lucha por sus reivindicaciones, pero ha tenido históricamente una gran debilidad; se han desarrollado alineados a los sistemas de poder que se consolidan en los respectivos estados-gobiernos, es decir no nace de forma independiente como expresión autentica de la clase en su lucha por la emancipación y liberación del capital, sino como parte del modelo político que se impone en esos momentos.
Ejemplos concretos la CTV (Confederación de Trabajadores de Venezuela), central de mayor antigüedad en Venezuela que tuvo un periodo de clandestinidad durante las dictaduras militares de los años 30 y 40 del siglo pasado, pero que una vez que instaurada la democracia burguesa del bipartidismo (La Social Democracia AD y el Social Cristianismo COPEI), fue desarrollándose y alineándose al mismo tiempo que se consolidaba la clase dominante liderada por estos partidos. Y que a pesar de hoy día estar dirigido por un nuevo partido político, nunca han dejado de velar por sus propios intereses, aun sabiendo que es la sociedad quien necesita el surgimiento de nuevos cambios y nuevos paradigmas que revaloren el esfuerzo constante para obtener una mejor seguridad social y entorno laboral.
Analisis e Interpretacion: El proceso de reforma de la seguridad social en Venezuela: Una vision desde el movimiento sindical venezolano (CTV) Autores: Leticia Barrios Graziani y Armando Camejo Ruiz.
No hay comentarios:
Publicar un comentario